30 marzo 2015

Pese a nacer en Barcelona en 1966, reside en Calasparra desde hace casi 30 años. Casado y padre de dos hijos, Fulgencio Caballero Martínez es asesor fiscal con despacho profesional desde 1999. Su mayor hobby es la literatura, que la define como «una válvula de escape para evadirme del frío mundo de los números». Su primera novela, ‘La caja de membrillo’, fue seleccionada en 2010 entre las diez finalistas de la LIX edición de los premios Planeta. Y ahora ha escrito ‘A la sombra de un ángel negro’, que se presentará el próximo sábado (20.30 horas) en el auditorio municipal de Calasparra, editada por Insomnio Editorial.

–¿De qué trata su última novela y cómo surge?

-‘A la sombra de un ángel negro’ es una novela ambientada en la Guerra de Marruecos, que acaeció en la región del Rif entre los años 1909 y 1927. Es la historia de la venganza de su protagonista por la injusta muerte de un compañero. Y surge al encontrar unas fotografías y una serie de documentos del bisabuelo de mi esposa, que participó en la primera etapa de aquel conflicto bélico. Me pareció apasionante la historia de un joven nacido en Moratalla al que obligaron a luchar en una guerra en un continente desconocido.

–¿Quiere transmitir algún mensaje con sus novelas?

-Me apasiona la historia y me gusta transmitir aquellos episodios de nuestro pasado que son poco conocidos.

–¿Cuál es su inspiración y motivación para escribir?

-Me inspiran las vivencias de nuestros mayores, sus anécdotas y, fundamentalmente, sus valores. Escuchar a un anciano relatar la experiencia de su vida me motiva para escribir sobre sus peripecias y que éstas no caigan en el olvido.

-¿Qué es lo mejor y lo peor que le puede ocurrir a un escritor?

-Lo mejor es disfrutar mientras escribo y quedar satisfecho cuando termino. Algunos consideran que lo peor es el pánico a la hoja en blanco. No comparto esa opinión. Lo verdaderamente horroroso es estar sometido a plazos para terminar un texto.

–¿Existe una literatura masculina y otra femenina?

-A mí me gusta leer, independientemente de quién escriba. Además, mi gran reto es redactar un relato desde el punto de vista femenino. Otra cosa es que en la actualidad existan autores que escriban para un determinado público, hombres o mujeres, pero ése no es mi caso.

–¿En qué momento del día se sienta a escribir?

-Por la noche. A altas horas de la madrugada.

–¿Qué novelistas del género histórico admira más?

-Los que narran sobre épocas pretéritas, como la Edad Media.

–¿Considera que ha creado su obra maestra?

-No. Soy muy autocrítico y siempre creo que puedo mejorar. Lo mejor siempre está por llegar.

–¿Qué consejo daría a alguien que quiere ser escritor?

-Que se ponga delante de un papel y que deje volar la imaginación. Es cuestión de dar el primer paso, luego todo viene con fluidez.

–¿Tiene posibilidades de éxito un escritor tardío?

-La edad no deber ser un impedimento para iniciarse como escritor. El éxito no está relacionado con los años. Yo empecé con más de cuarenta.

–¿Proyectos a medio y largo plazo?

-Muchísimos. Yo siempre digo que necesitaría tres vidas para realizar todos mis proyectos. A medio plazo, tengo una historia que transcurre en el Sahara Occidental.

–¿Cómo definiría la novela histórica actual?

-Creo que estamos en un gran momento. No hay más ver el éxito alcanzado actualmente por libros basados en la antigua Roma, la Edad Media y la Guerra Civil.

–¿Cuáles son los vicios literarios que deben evitarse?

-Probablemente yo tenga muchos, pero intento evitar las palabras pomposas y el lenguaje rebuscado, y respetar las normas gramaticales. Hay que ser lo más claro, concreto y preciso posible, independientemente del estilo que uno tenga.